Pequeña yo.
No queda mucho tiempo para que todo acabe, pero no cede, ella no me deja salir. Estoy atrapada en mi propio cuerpo mientras veo como este se desmorona con el paso de los días… Vivo atrapada en la sombra de una chica solitaria que no sabe valorase a ella misma, sé que ella es fuerte pero lo guarda dentro, lo guarda en mi. Tiene miedo de hablar y cuando habla nunca la escuchan, ni tú ni nadie. Puedes verlo si la miras a los ojos, puedes verme a mí chillar, chillar sin ser oída. En un futuro desearás saber lo que yo sé ahora, pero ella no me escucha. En un futuro desearía volver atrás y escuchar mi propio consejo. Espero que su corazón sea lo bastante fuerte, o sino caeremos las dos. Lo importante no es el porqué de todo esto, lo importante es el qué. Ahora que a mi ya no me queda mucho tiempo, te quiero pedir un favor. Dile todo lo que nunca le he podido decir, dile que grite, que hable un poco más fuerte, que sea un poco más orgullosa. Dile que es hermosa, maravillosa, dile todo lo que ella nunca ha visto ni verá. Dile que no esconda esa sonrisa pero cuídala porqué detrás de ella se acumulan muchas lágrimas. No dejes que deje su futuro en el pasado, no dejes que pierda su tiempo y lo convierta en polvo, dile que no finja, que sea ella misma. Ayúdala a ser feliz, ayúdala a cambiar su vida, ayúdala a sobrevivir, ayúdame a sobrevivir.
No es difícil caer cuando la vida es la que te enseña a morir, ella debe correr rápido y no tener miedo a caer, porque si se tiene miedo a caer, se acaba cayendo. Pues ella aún es joven para escribir un libro de una sola lágrima. Sabe que es grande pero se ve muy pequeña, no es que no quiera luchar, es que no puede, se cree que lo sabe todo pero en situaciones no entiende como todo el mundo puede respirar cuando a ella le falta el aire.
Captura su reflejo, luego lanza el espejo y su imagen queda distorsionada en el suelo mientras se pregunta el porqué levantarse cada día, convéncela de que el sol se empeña en salir así que por respeto a ello debe levantarse.
Convéncela a que se quite los hilos que la mueven que decida su camino y que me deje escapar, que nos fundamos en una, que no me guarde dentro. Y, solo de esta manera conseguirás que chille, que hable más alto, que su corazón sea lo suficientemente fuerte, y esta pequeña yo ya no existirá más.
Dile que se deje ayudar por ti, valórala como ella nunca lo ha hecho.
Ahora levanta la mirada ¿Quién es ella? Ella puede ser quien tu quieras, ella puedes ser tú.